PRÓLOGO
Jaén
musulmana
Es una villa de Al-Andalus a
sesenta millas de Baeza. Posee un territorio muy fértil, la vida es barata y se
encuentran en abundancia la carne y la miel. Bajo su dependencia hay más de
tres mil alquerías donde se cría el gusano de seda. Está rodeada de huertas y
jardines y de campos donde se cultiva el trigo, cebada, habas y otros cereales.
A una milla de la ciudad corre el Guadalbullón, gran río en el cual hay molinos
muy numerosos. En Jaén hay una mezquita aljama y sabios de mérito.
Jaén
se levanta en el flanco de una montaña muy alta. Su alcazaba se cuenta entre
las fortalezas más famosas por su inexpugnabilidad. Es una villa muy favorecida
con un territorio excelente. En el interior mismo de Jaén brotan fuentes de
agua, y así se ve un abundante manantial de agua dulce cubierto de una bóveda (la
Magdalena) que data de la antigüedad, que se vierte en una gran fuente y
sirve para abastecer a varios baños: el Baño del Toro, que tiene una estatua de
toro en mármol; el Hammam-al-walad que, lo mismo que el anterior, pertenece al
gobierno, y otros. El sobrante de las aguas sirve para regar vastas extensiones
de terreno. Entre las fuentes de Jaén también se puede citar la llamada
Ain-al-balat, que está recubierta de una sala abovedada de construcción
antigua, cuyo caudal nunca disminuye, alimenta los baños conocidos como Hammam
Husein y su sobrante también sirve para regar amplia extensión de terreno.
En
Jaén, las propiedades tienen en su puerta un molino de granos y tienen huertos
junto al cuerpo de la vivienda.
La
mezquita aljama de Jaén domina la villa y se sube a ella por escalones en sus
cuatro frentes. Tiene cinco naves sostenidas por columnas de mármol y un gran
patio rodeado de galerías y cubiertas. Esta mezquita fue construida por orden
de Abdelrhaman II, bajo la dirección de Maisara, que era gobernador de Jaén.
En
el territorio de Jaén hay un monte cuyas gentes cuando venden alguna finca,
estipulan que tal finca está situada en un lugar colocado en el “recorrido de
las nubes”, porque, en efecto, en dicho monte siempre hay nubes, sea cual fuere
la dirección del viento, y esta particularidad permite al propietario pedir un
alto precio por el terreno que vende.
La
comarca de Jaén contiene gran cantidad de distritos, con numerosos mercados
foráneos semanales. Toda la comarca es de las mejores y se parece mucho a la de
Elvira (Granada) en cuanto a fertilidad y riqueza del suelo, abundancia de
cosechas y rendimiento de semillas. Su vega hasta sobrepasa en fertilidad a la
de Elvira.
Un
dicho popular dice así: “Habla de muchas ciudades, pero vive en Jaén”. La
ciudad tiene bajo su dependencia una multitud de aldeas y pueblos prósperos y
vastas explotaciones agrícolas.
Al-Himyari
Ar-Rawd al-Mitar (XII).
1.- Casa del Pregonero y Hornacina del Cristo de la
Luz
En
esta exigua casa, una de las más populares de Jaén, en la que vivió en el
pasado el pregonero de la ciudad, sobresale la portada realizada en piedra de pilastras
toscanas, junto con su dintel adornado con picachos. Además, el inmueble
acomoda en su fachada un conjunto de rejas realizadas en forja que rompen con
el resto de la construcción.
Inmediatamente a la Casa del Pregonero, que para más señas se ubica en la calle
Doctor García Anguita, se puede apreciar una
hornacina perteneciente al Cristo de
la Luz.
Los
orígenes de esta iglesia se remontan al medioevo. Se trata de una construcción basilical, que dispone de
tres naves separadas por tres arcos que sostienen una bóveda, en la que
descansa gruesas columnas. El conjunto está cubierto por una armadura de arte
mudéjar, siendo su decoración de
lancería de estrellas de ocho puntas. Ya en la solera, se distingue un armazón
con decorados en formas vegetales. La fachada se distingue por tratarse de un
vano de medio punto, encuadrado por moldura cruciforme, pilastras realizadas
hasta el apoyo de la cruz y bastones de frondosidades, todo muy en la línea del
maestro Eufrasio López de Rojas. En el segundo cuerpo, se halla situada la
hornacina de San Bartolomé, donde se puede leer: Año 1680 San Bartolomé ora
pro me. Como remate final de la fachada se aprecia un frontón curvo, en
cuyo atabal se lee una fecha incompleta.
3.- Antigua Carnicería
4.- Fuente de los Caños
5.- Real Monasterio de Santa
Clara
Según cuentan las crónicas, y en especial la del canónigo
Mazas, este monasterio se fundó durante el siglo XIII para convento de las
religiosas de la Orden de San Francisco. Así lo atestigua un lienzo en el que
se representa a Fernando III y que lleva la inscripción que sigue: «Convento
real. Fundación del Santo Rey D. Fernando, 1246». Para acceder al convento se
deberá hacer a través de un patio de
formas rurales y de gran simplicidad y ascetismo, donde encontraremos un
pórtico que nos conducirá hasta el templo, que está compuesto por una sola nave
de forma rectangular y cubierta por artesonado mudéjar. En la entrada a la
iglesia se halla una capilla, a la que accederemos a través de un arco
divisorio. La bóveda de la capilla es de finales del siglo XV, apreciándose en
su conjunto motivos estrellados y ramificados. El Coro Bajo se halla separado
por una celosía, destacando en su conjunto un Ecce Homo, un Cristo Crucificado,
un óleo que representa a la Divina Pastora, una Virgen con Niño y San
Sebastián. El templo, además, dispone de un Coro Alto de interesante decoración
en sus paredes y un Patio Central de formas renacentistas, que dispone de dos
corredores con un surtido de arcos superpuestos en número de seis por cada
lado, los cuales dan cobijo en su centro a una exquisita fuente tallada en piedra.
6.- Casa de la Munición
Aunque fue derribada en 1976, se respetó su portada junto
con la gran reja que se puede considerar. La portada dispone de unos
contrafuertes toscanos canteados y un
dintel conformado en formas circulares que soporta a una elegante
cornisa sobre la que hay una grandiosa reja. En los laterales de la reja se ven
los escudos de los Salazar y Coello y el episcopal de don Bartolomé de
Sanmartín, obispo de Palencia; mientras los frisos muestran las cabezas de unos
angelillos esculpidos.
7.- Fuente del Arrabalejo
8.- Santa Capilla de San
Andrés
Esta iglesia, una de las más antiguas de la ciudad de
Jaén, fue en el pasado una sinagoga judía. En sus comienzos cristianos fue una
iglesia que se hallaba algo apartada del casco urbano. Pero con la fundación de
la Santa Capilla y Noble Concepción de Nuestra Señora en 1515, se ampliaría el
conjunto notablemente. En 1843 la iglesia dejó de desempeñar su papel de parroquia y la Santa Capilla asumió
las nuevas funciones de culto público. La fachada de San Andrés es muy simple,
hallándose encalada en su totalidad y tutelada por una humilde portada de
piedra, desde la que se aprecia un distinguido campanario neoclásico. La puerta
principal es de estilo gótico y está adornada con doscientos cincuenta clavos,
dispuesto en once hileras. Sobre la puerta se sitúa una hornacina con la imagen
de San Andrés, que descansa sobre unas ménsulas dieciochescas. El interior del
templo es de estructura basilical, disponiendo de tres naves, cubiertas
por un viejo artesonado mudéjar. La
pieza de mayor interés del conjunto es la Capilla de la Inmaculada.
DEL RAUDAL DE LA MAGDALENA A
LA CASA DE LOS URIBE
Esta
fuente se puede considerar como la más importante de las habidas en Jaén. Su
historia se remonta a la época romana, como lo atestiguan documentos hallados
durante el siglo XV. Para más remate, fue inspiración de la leyenda del
«Lagarto de Jaén». El conjunto actual data de una reforma efectuada durante
1847-1849, y en él se nos muestra un arco de medio punto labrado en piedra, en
cuyo frontón observaremos la ornamentación de una gran ménsula coronada por el
escudo de la ciudad y escoltada por hermosísimos jarrones. Esta disposición se
protege por una reja, que da paso a un escueto semicírculo donde se ven varias
ventanas que resguardan la boca y la recepción de aguas provenientes del
manantial.
2.- Parroquia de Santa María
Magdalena
Los
orígenes de esta iglesia se remontan a la época musulmana, en que era mezquita.
Así lo atestigua el patio rodeado de arcos, varios de ellos con forma de
herradura, junto con la alberca central, muy
propia de las aljamas musulmanas. El interior del templo es de forma
cuadrangular irregular, distribuido en cuatro naves de planta rectangular y
separados por pilares. La portada principal pertenece al gótico isabelino y se
encuadra entre pilastras que disponen de representaciones de varillas
rematadas, en una especie de candelabros y filigranas en formas de alfiz. La
torre de Santa María Magdalena es de origen musulmán, convertida en su extremo,
en cuerpo octogonal por mandato del obispo don Diego de Talavera en 1555. Entre
los óleos que componen el templo son dignos de destacar: La Piedad, dos Anunciaciones,
la Adoración de los Reyes y la
Resurrección de Lázaro. Dentro de las piezas escultóricas, sobresalen: El
Cristo de la Clemencia, La Magdalena Arrodillada y San José.
3.- Casa del Cadiato
Esta
casa de orígenes moriscos se halla enclavada en la Plaza de la Magdalena. En la
actualidad se encuentra muy deteriorada, sobre todo por las diferentes
restauraciones, muy desatinadas, a lo largo de los siglos.
4.- Monasterio de Santa
Úrsula
A lo largo de la historia este convento de Madre
Agustinas Recoletas ha sufrido diversas reformas. Su fundación data de mediados
del siglo XVI, para auxiliar a «las
mujeres de las que andan por el mundo
ofendiendo a Dios Nuestro Señor». La iglesia de Santa Úrsula es de estructura
muy simple, como lo manifiesta la fachada. Y para acceder a su interior hay que
hacerlo a través de una portada de medio punto, que se encuentra en el patio.
En él, nos encontraremos con una nave muy rehabilitada, en la que sobresale su
cubierta de tipo mudéjar, junto con un crucifijo de grandes dimensiones y una
imagen de Santa Rita. Entre las pinturas que se pueden apreciar, sobresalen: un
Ecce-Homo, San Francisco bautizando a un indio, una Virgen con ánimas en el
Purgatorio, una Virgen con el Niño dormido y una Inmaculada. En la actualidad
el convento es muy conocido en Jaén por
elaborarse un dulce muy típico de la repostería jiennense: “las yemas de Santa
Úrsula”.
5.- Hospital de San Juan de
Dios
Se halla situado en uno de los lugares más antiguos de la
ciudad, como es la plaza que lleva su nombre. Data, este edificio, del siglo
XVI, cuando era Hospital de la Misericordia, gobernado por el Ayuntamiento. En
1619, pasó a manos de la Orden de San Juan de Dios, instituyéndose como
hospital de la fundación. El edificio está dispuesto por dos patios, asentados
en distinto nivel. El patio superior es el más antiguo y dispone de una portada interior, en donde se ve el
escudo de la Orden de San Juan de Dios. La iglesia actual es una reconstrucción
de 1919, llevada a cabo tras un incendio
ocurrido en 1916. Consta de un templo de una sola nave, de los denominados de
«cajón», adecuado a la época, que imita a la piedra en la decoración de los
altares, cornisas y bóvedas. La escultura más importante de que dispone el
conjunto es una talla realizada en nogal de San Juan de Dios, firmada por
Jacinto Higueras.
6.- Real Convento de Santo
Domingo
Esta edificación es una de las de mayor abolengo y
señorío de Jaén capital. Su historia se remonta a 1382, año en que sería
mandada a construir por el entonces rey, Juan I. El propósito de esta
residencia de dominicos sería el de la enseñanza, impartiéndose «lecciones de
Arte y Teología». Siglos después, y gracias a las donaciones económicas del
Caballero Veinticuatro Juan Cerezo y su esposa, se proporcionaría enseñanza
general. Actualmente, el conjunto se caracteriza por su iglesia y el patio del
claustro, edificaciones del siglo XVI y XVII. La iglesia dispone de una capilla
mayor de forma poligonal, revestida con bóveda de nervios, perteneciente al
gótico tardío. En el resto del conjunto se aprecia una nave, con tres espacios
diferenciados por sus respectivas media naranja sobre pechinas. El patio del
convento se puede considerar como el más significativo de los habidos en Jaén.
Su forma es cuadrada y la decoración pertenece al barroco, como se aprecia en
sus arcos de medio punto, sujetos a columnas pareadas, sitos en la planta baja.
En el segundo piso nos encontraremos un elegante conjunto de ventanales y
balcones, en cuyos vanos apreciaremos una rica decoración.
7.- Casa de los Uribe
Esta
mansión se halla situada en el solar que
fuera Palacio de los Reyes Moros. Su fachada está realizada en piedra, en la
que se acentúa su elegante portada realizada en el siglo XVII, que está
presidida por un escudo nobiliario de la familia Uribe. La
puerta se engrandece gracias al clavazón y la fachada por su enrejado. En el
interior se evalúa su patio de columnas y zócalos, así como un típico altillo.
DE LOS BAÑOS ÁRABES A LA TORRE DEL CONCEJO
1.- Baños Árabes
Se
encuentran emplazados en la que fuera vivienda de don Fernando Torres y
Portugal, conde de Villardompardo, según nos relata don José Martínez de Mazas
en su libro, escrito en 1794, del siguiente modo: «Esta casa se fundó sobre
unos baños antiguos que se extendían por parte de dicha plazuela, cubiertos de
una bóveda muy fuerte, sostenida de arcos de ladrillo, que forman muchas
estancias o piezas separadas, con tres o más respiraderos y lucanas cada una
por las claves, lo que indican que estaban descubiertos, o que no hubiera
edificado encima. Acaso había comunicación a estos baños desde el palacio de
los Reyes Moros, que hoy es convento de Santo Domingo... Diría que estos fueron
los que se llamaron de Don Fernando». El conjunto de esta obra data de los siglos X y XI y, como se
puede observar, tiene formas de paralelogramo, disponiendo de dos naves
transversales a los aposentos. La cubierta está realizada sobre bóvedas de
cañón con lucernas estrelladas, bajo las que descansan arcos de herradura erguidos
sobre columnas. La zona colindante a estos aposentos nos muestra un estanque de
reducidas dimensiones y de época posterior. Actualmente este Palacio alberga
los Museos de Artes y Costumbres Populares y el Internacional de Arte Naïf.
2.- Iglesia de la Visitación
Esta
pequeña iglesia, que en su día fuera hospicio de mujeres, es de estilo
neo-gótico y se construyó aneja al Palacio de Villardompardo, para que sirviera
de capilla a las inclusas. La portada del edificio es muy simple,
construyéndose sobre pilastras yuxtapuestas que soportan un friso con un pasaje de la Biblia, en el que culmina una
cruz escoltada por pináculos. En el interior del templo se aprecia un ábside
semicircular con magníficos herrajes modernistas.
3.- Iglesia Parroquial de San Juan
Se trata de una
de los templos de mayor antigüedad de Jaén. A pesar de ello, dejó de ser
parroquia en 1843, para absorber a principios del siglo XX a la iglesia de San
Pedro, tras su derrumbamiento. El estilo primigenio de este edificio fue
gótico, aunque a lo largo de la historia ha sufrido diversas innovaciones en su
interior hasta llegar a los tiempos actuales, en donde se han modernizado las
bóvedas, la solería y los pilares. Entre las imágenes que más resaltan del
conjunto, se cuentan, entre otras, con: Nuestra Señora del Socorro, Nuestra
Señora del Carmen, La Dolorosa, Grupo del Buen y Mal Ladrón, Cristo Yaciente,
Urna Funeraria, Niño Jesús y un
sinnúmero imposible de describir. En el exterior, se aprecia la fachada
principal de estructura irregular, consecuencia de un derrumbamiento ocurrido
en el siglo XVIII, donde se sitúa la portada, con su ojiva, que protege a
una puerta mucho más reciente, y una
espadaña en la que se valoran restos de
molduras del gótico isabelino.
4.- Torre del Concejo
Esta torre es de
forma cuadrada y es conocida por su campana, que muestra dos leyendas en
caracteres góticos en su interior, y dos escudos del obispo don Pedro Pacheco
León de Guevara, en el exterior, junto con una significativa cruz labrada.
Recibió el nombre de Concejo por haber sido mandada a construir por aquella
antigua corporación. La torre posee una entrada independiente de la iglesia de
San Juan, a la que se encuentra adosada y, una de las funciones que realizó a
lo largo de los siglos, fue la de tocar a rebato cuando surgía alguna desgracia
o suceso digno de mención en Jaén. Actualmente, en la torre, se halla el reloj
oficial de la ciudad, que depende del Ayuntamiento.
DE LA CASA DE LOS
CORREGIDORES AL CONVENTO DE LA MERCED
1.- Casa de los Corregidores
Este edificio
fue, durante gran parte de la historia, residencia del Corregidor de la ciudad.
Se demolió en el año 1959, aprovechándose parte de su fachada, en la que se distingue un escudo de Jaén sobre la puerta de entrada,
y un gran escudo imperial en medio de los balcones. El interior es
sobresaliente, gracias al patio porticado.
2.- Casino Primitivo
Esta construcción
forma parte del conjunto arquitectónico que fuera Palacio del Condestable
Miguel Lucas de Iranzo. La fundación de esta institución se remonta a 1847,
momento en que se remodeló bajo la tutela del arquitecto don Justino Flores
Llamas (1850-1927). La fachada nos muestra dos galerías en ladrillo rojo de
estilo regionalista; mientras que en el interior, destaca el patio, el salón social de grandes dimensiones
y el salón de baile decorado con profusas vidrieras y rica yesería.
3.- Palacio del Condestable Iranzo
Esta antigua
edificación sirvió de morada, del que fuera condestable de Jaén, don Miguel
Lucas de Iranzo, durante los años 1462-1473. Actualmente el edificio está
utilizado por el Casino Primitivo y la Peña Flamenca. De su conjunto cabe
enfatizar el patio, del que actualmente quedan siete arcos, de formas góticas
tardías y que, en el pasado, formaban un
corredor que nos conduciría a un jardín interior. También es digno de mención
el gran salón, rematado por un artesanado mudéjar y armadura holladera; en
donde se aprecian las entrecalles con forma de celada, decoradas con piñas
centrales de mocárabes, de las que suspende una estrella de lacería de
veinticuatro puntas. En las zapatas se observan las armas del Condestable y su
esposa. Asimismo, en una de las paredes del salón, podemos advertir los restos
de la que fuera una gran portada mudéjar. Pasando al salón inmediato,
veremos otro artesonado mudéjar decorado
con ruedas de lacería a diez, finalizadas con una estrella sita en el centro.
Ya para concluir, visitaremos el último de los salones, donde nos deleitaremos
con un artesonado mudéjar acicalado de dibujos con motivos florales.
4.- Conservatorio (Colegio de la Compañía de Jesús)
Este edificio fue
residencia oficial de la Compañía de Jesús, desde 1614 hasta su expulsión en
1767. La iglesia, que estuvo dedicada a San Eufrasio, dispone de una fachada
muy humilde que da a la calle Compañía, en donde se distingue un arco de medio
punto y en su clave el escudo de Carlos III. Otra de las portadas, la sita en
calle Escuelas, es de estilo toscano, apreciándose una decoración con
pilastras, medallones y bóveda central. En la parte superior de la portada se levanta una torre con ventanas
partidas. El interior de la iglesia es
de estructura rectangular y se halla cubierta por una bóveda de cañón. El patio
del colegio es cuadrado y dispone de galería baja y alta.
5.- Arco de San Lorenzo
Este popular arco
es el único vestigio que queda de la que fuera iglesia de San Lorenzo,
remontándose su construcción a finales del siglo XIII. El templo constaba de
una sola nave, en la que se invirtió la estructura del torreón, debido al
desnivel causado por el terreno. La iglesia de San Lorenzo fue una de las más
opulentas en cuanto a su erario artístico, y albergaba entre sus muros una
bella tabla de Santo Domingo y San Bartolomé de la Cuesta, el lienzo del Cristo
de las Injurias y un retablo de Ánimas. El acceso al Arco de San Lorenzo se
realiza a través de una portezuela, y tras subir por una escalera, accederemos
a una capilla que se encuentra cubierta de bóveda de ladrillo, en cuyo parte
central cuelga una lámpara votiva sujeta por un festón de yesería. El tapial de
la capilla nos muestra un zócalo alicatado de estilo mudéjar ricamente
ornamentado. Tras recrearnos en la lacería de
la bella mesa del altar y en el nicho superior, nos fijaremos en el
crucifijo. Para a continuación encaminarnos hasta una puerta con forma de arco
ojivo, que nos llevará hasta un magnífico salón sito en la segunda planta, que
acomoda una bóveda ojival y un arco de yeserías.
6.- Fuente Nueva
Esta fuente,
cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XVIII, le proporcionaba sus
aguas el raudal del Alamillo. Se sabe que en el pasado contaba con un
pilar-abrevadero en su parte anterior, que alineaba a través de un pasillo con
el cuerpo monumental, en donde surgen dos hornacinas por la que vierten sus
aguas dos caños. En el segundo cuerpo, se decora con dos capiteles a modo de
frontón que se rematan con dos esferas de cerámica vidriada embutidas. Allí
mismo, se observan tres escudos: el central, representando el de España; el de
la derecha, simbolizando el escudo de Jaén; y el tercero de ellos, de grafía
desconocida.
7.- Palacio de los Quesada-Ulloa
Esta edificación
perteneció al capitán don Fernando de Quesada Ulloa, caballero Veinticuatro de
la Ciudad y Corregidor en Cádiz, Jerez de la Frontera y Gibraltar. El palacio,
a pesar de haber sido remodelado en distintas ocasiones, nos muestra restos de
una rica ornamentación en su fachada. De él, prevalece una torre, con
importantes ventanales partidos y unos balcones en los que se consideran restos
heráldicos y medallones emblemáticos. La portada está dintelada, acogiendo
sillares labrados con algunas representaciones en el dintel y un escudo
heráldico sobre la puerta. En el
interior, al que se accede a través de una galería de arcos de medio
punto, nos muestra un hermoso patio rodeado de un conjunto de arcadas sobres
columnas.
8.- Convento de la Merced
Fue el 23 de
enero de 1727, cuando este antiguo convento se bendijo y consagró a “María
Santísima de la Merced”, erigiéndose una iglesia con planta basilical de tres
naves. La central se estableció con
bóveda de cañón y las dos laterales, con capillas hornacinadas que se comunican
entre ellas. En éstas se pueden distinguir una galería superior, cuyos vanos se
mezclan adecuadamente con los arcos del piso inferior. El coro, en la parte
descendiente, se eleva sobre un arco carpanel, ocupando un lugar en el crucero
que se cubre en forma de media naranja. Los muros se hallan enlucidos de piedra
rojiza y verdugadas de ladrillo. En la fachada exterior sobresale su portada
barroca de orden dórico, un frontón arqueado y una hornacina con la Virgen. La
torre data de la segunda mitad del siglo XIV y se estableció a base de
ladrillo. Entre las obras que merecen conocerse del conjunto, destacan los
óleos de: el Altar de Ánimas, el Martirio de San Bartolomé, la Virgen del
Carmen con donantes y San Serpión; y las esculturas de San Eloy y el Cristo de la Salud.
DE LA CASA DE LA CORONA AL MONASTERIO DE SANTA TERESA
1.-Casa de la Corona
Es una de las más
importantes casas palaciegas levantadas en Jaén durante el siglo XVII, en la
que sobresale una gran torre chaflanada, los grandiosos balcones y una galería
con arcos bajo la cornisa. La Casa de la Corona debe su nombre al hecho de
haber sido sede de Recaudación de Contribuciones y lucir en su portada una
Corona Real.
2.- Palacio Episcopal
Este edificio del
siglo XV fue demolido en 1980, respetándose tan sólo sus fachadas y zonas
nobles. Así se puede considerar la
portada, que se iza sobre unas escalinatas, donde se distinguen dos
columnas de estilo toscano, sobre pedestal, moldura lisa y frontón de forma
triangular. A ambos lados de la portada, se observan los escudos del obispo don
Sancho Dávila y Toledo. El palacio se erige sobre tres plantas, en las que se
aprecian, rejas en la primera, balcones en la segunda y una galería de arcos de
medio punto, en la tercera. Conjuntamente, uno de los costados del edificio
alberga la Casa del Provisorato y Tribunal Eclesiástico. En el noroeste del
palacio se eleva una hermosa torre de planta cuadrada, en la que su cabecera
nos muestra el escudo del obispo Fr. Benito Marín.
3.- Colegio del Santísimo Sacramento
Su fundación se
remonta a 1682 en que fue mandado construir por
el racionero de la Catedral, don Gaspar de la Justicia y Robles. En él
cursaron sus estudios eclesiásticos los ayudantes de la S.I. Catedral. Durante
1980 sufrió una reforma interior, y en la actualidad solamente, se mantiene su
portada. Ésta es de formas dinteladas y está escoltada por pilastras toscanas
con sillares labrados recubiertos. El conjunto está rematado por un frontón
dividido, donde figura el escudo del obispo Fr. Benito Marín.
4.- Convento de San José, de P.P. Carmelitas Descalzos
Este antiguo
convento nos muestra en la actualidad la fachada de la iglesia, que es de
estilo carmelitano, la cual no se puede distinguir en su totalidad por tener un
añadido en el cuerpo delantero. No ocurre así con la nave de la iglesia,
construida con bóveda de cañón y ornamentada con bovedillas, y el altar
ataviado con ricos frescos pintados. Además, el conjunto, que se edificó en
1677, dispone de una capilla y un camarín para ofrendar a Nuestro Padre Jesús
Nazareno, que fue una donación realizada por el capitán Lucas Martínez de Frías
«Pocasangre». Esta capilla está totalmente visible en la actualidad,
mostrándonos una cubierta con bóveda de media naranja, decorada con triángulos
moldeados y láminas de hojas que envuelven el anillo del fanal. El segundo
ramal de la capilla, es ligeramente inferior y está cubierto por un cañón
abovedado, hendiendo un hueco para la hornacina.
5.- Torreón del Conde de Torralba
Este torreón de
sillería nos muestra una vasta sala, iluminada por tres saeteras. Para llegar a
él, deberemos ascender hasta el adarve cubierto por dos arcos construidos
en ladrillo. Asimismo, observaremos una
estrecha escalera ensamblada en el muro, que nos conducirá hasta la solana del
torreón.
6.- Monasterio de Santa Teresa
Fue convento de
Carmelitas Descalzas y su institución data de 1615, gracias a las adaptaciones
de una antigua casa y el que fuera palacio del Cardenal don Esteban Gabriel
Merino, realizadas por el matrimonio formado por don Francisco Palomino Ulloa y
doña Juana de Quesada. El templo es una edificación, de las denominadas iglesia
de «cajón», cubierta por una bóveda de cañón y media naranja sobre el
presbiterio. El coro se encuentra en la
zona alta y se halla cerrado por celosías. El exterior del templo es
sobresaliente por la sencillez de su portada, en la que se nos muestra un
dibujo cruciforme que circunscribe la puerta y un nicho con la imagen de Santa
Teresa. Entre las obras más interesantes del conjunto prevalecen unos óleos con
motivos de San Juanito, La Resurrección, La Magdalena, San Sebastián, Cristo de
la Columna, San Jerónimo, San Pablo, etc. En cuanto a tallas destaca San Elías
y los retablos de la Virgen del Carmen y de San José. Al convento que es de
clausura se accede por un pequeño patio, que nos conducirá hasta el torno y a
continuación al zaguán, por donde pasaremos, si se nos permite, al patio de
clausura y demás estancias del convento.
DEL AYUNTAMIENTO AL PALACIO DE
LOS COBALEDA NICUESA
1.- Palacio del Ayuntamiento
Este edificio fue
construido bajo la dirección del arquitecto don Agustín Eyres, que se inspiró
en el Palacio de la Diputación. Nos muestra una fachada con un cuerpo central
formado por tres vanos dintelados en la planta baja y tres arcos en el balcón
principal, sobre uno de los cuales se ubica un frontispicio para el reloj. Las
dos alas laterales exhiben dos huecos en cada una de las plantas, de forma dintelada y con motivos geométricos, en la parte superior. A
finales de los años cuarenta el Ayuntamiento sufrió algunas remodelaciones en
el vestíbulo, la escalera y el Salón de
Plenos, por parte del arquitecto municipal don Antonio María Sánchez, que
respetó gran parte del proyecto anterior.
2.- Catedral
Este templo se
erigió sobre la que fuera Mezquita Mayor
de Jaén, tras ser conquistada la ciudad por las tropas de Fernando III el
Santo. Desde entonces, y hasta llegado el siglo XIV, se realizaron numerosos
cambios en su estructura. Hasta que en 1550, el Cabildo encarga a Andrés de
Vandelvira el estudio y posterior ejecución de la Catedral. El templo es una
planta con la cabecera plana, dividido en tres naves y 17 capillas hornacinas.
Dispone de un sistema de pilares cruciformes de estilo corintio que voltean los
arcos formeros. Asimismo hay que describir las bóvedas esféricas peraltadas, en
las que se distinguen los relieves de San Miguel, Santiago, Santa Catalina y
San Eufrasio.
El presbiterio es ancho y se eleva sobre peldaños de
mármol rojo, resaltando el Altar Mayor, de mármol blanco. El tabernáculo es del
siglo XVIII y dispone de dos cuerpos: el primero consta de seis ángeles que
sujetan un paño con el símbolo de la Santísima Trinidad; el segundo está
formado por un templete de ocho columnas
de mármol verde, traído de Sierra Nevada, y que culmina con una cúpula de
mármol rematada con una cruz de cristal.
En medio de la nave central, se encuentra el coro,
que nos muestra un magnífico testero y bellísima sillería. En la Capilla mayor,
que es del siglo XVII, se aprecia la reliquia de la Santa Faz, ubicada dentro
de un valioso relicario de orfebrería cordobesa. La sacristía de la Catedral es
una de las obras cumbres de Vandelvira, estando instalado en su cripta el Museo
Catedralicio.
El exterior de la Catedral se halla rodeado de
lonjas, cerradas todas ellas por membrudas rejas. Dispone de cuatro fachadas,
que parecen observar los distintos puntos cardinales, y que fueron levantadas
al final de la construcción. El conjunto de la fachada es uno de los más hermosos del renacimiento andaluz,
destacando las portadas por su elegancia y delicadeza. Entre ellas resalta la
situada en la zona norte, que nos muestra una estatua de la Concepción envuelta
por las figuras de David y Salomón. En el frontispicio sur podremos distinguir
la Anunciación de la Virgen, rodeada por
un grupo de ángeles muy bellamente ejecutados. Para finalizar, deberemos
observar las dos torres que enaltecen a la fachada principal.
3.- Parroquia del Sagrario
Este templo es un anexo a la Catedral y su construcción data del siglo
XVIII, en que fue edificado en el ángulo N.O. de la misma. La iglesia es de
planta elíptica, constituyendo uno de los ejemplos más destacados del
neoclasicismo. En el exterior, resalta la portada principal, que cuenta con dos
columnas corintias de hermosísima presencia, rematadas con imágenes de San
Miguel, San Pedro y San Pablo. En el interior del templo se observan tres
altares, uno mayor y dos laterales. El altar mayor contiene un Tabernáculo,
cuatro columnas corintias jaspeadas y un cuadro de la Asunción. En los altares
laterales se distinguen varios cuadros, entre los que prevalecen el martirio
del Obispo de Jaén San Pedro Pascual y la Agonía del Señor. Por último,
citaremos la Cripta, que se halla debajo de la iglesia y que sirvió de
cementerio de la parroquia hasta el año de 1829. En ella destacan sus bóvedas,
la discreción del conjunto y un altar en donde se puede contemplar un Cristo.
4.- Arco del Consuelo
Esta portada
realizada en piedra con contrafuertes planos de orden toscano, nos muestra una
hornacina típica, en donde se puede apreciar un bajorrelieve que enmarca un
lienzo dieciochesco de la Virgen del Consuelo. Asimismo, la construcción posee
una pequeña capilla. Para los jiennenses, el Arco del Consuelo recrea una
atmósfera de leyendas populares.
5.- Palacio de Diputación
La construcción
del palacio se remonta al año de 1876, siendo de una gran fastuosidad, sobre
todo en su exterior, que posee una portada muy equilibrada aderezada de arcos
de medio punto. En la fachada se distingue un frontón de estilo barroco, donde
se aprecia el escudo de Jaén y un reloj. El interior del edificio nos recuerda
en su conjunto un palacio renacentista
italiano, en el que sobresale un patio interior que posee una hermosa fuente de
gran antigüedad. La obra se compone de dos plantas y un sótano. Este último
construido muy sólidamente, con grandes pilares y bóvedas de aristas en ladrillo. La planta baja, además del patio,
cuenta con un hemiciclo, que se muestra al exterior en forma de ábside
semicircular. Ya en el segundo piso, hallaremos una galería que nos conducirá
al Salón de Actos y al Salón de Retratos, donde apreciaremos una llamativa
colección pictórica.
6.- Palacio de los Vélez
Esta obra data
del siglo XV y perteneció a don Alfonso Vélez de Mendoza, caballero
Veinticuatro de la Ciudad. Según testimonio del Deán Mazas, era de estilo
gótico en su interior, pero en la
actualidad nada de ello se conserva. La fachada fue finalizada en 1630, según
reza en la propia tapia, disponiendo de un pórtico de tres arcos por el que se
accede a un pequeño jardín. En el segundo cuerpo de la fachada se estiman tres
ventanas enmarcadas por nervaduras y protegidas por rejas. Entre los vanos se
nos muestran dos escudos con sus respectivos yelmos, penachos y lambrequines.
Como remate final de la fachada, se advierten un conjunto de ventanas de pequeño
tamaño sobre las que se asienta una cornisa que pone punto y final al frontispicio. Actualmente,
el Palacio de los Vélez es sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Jaén.
7.- Palacio de Cobaleda Nicuesa
Se levantó a
finales del siglo XV y principios del XVI, sufriendo a lo largo de todos estos
años innumerables reformas. El exterior de
la edificación es de excelente sillería y de formas irregulares. En la
portada principal se observan apuestas figuras que sujetan unos escudos sobre
la cornisa, pertenecientes al siglo XVI. Al interior del palacio se accede a
través de un zaguán, que nos conduce hasta un patio, donde repararemos en una
atrayente forja. En el segundo piso, se encuentra el oratorio, pieza de
estructura cuadrangular y cubierta por una bóveda en forma de media naranja en
yesería policromada, aderezada con representaciones de frutos tropicales,
escarapelas y ángeles.
DE LA PARROQUIA DE SAN ILDEFONSO AL CAMPO HÍPICO
1.- Parroquia de San Ildefonso
Esta parroquia se
construyó en forma de planta rectangular, aunque se halla fraccionada a su vez
en tres naves, separadas las unas de las otras mediante pilares integrados por
haces de columnas, que contentan unos arcos asentados, sobre cuyas superficies
se encumbran zonas abovedadas cuyas nervaduras perfilan estrellas. El conjunto
pertenece a un gótico final, realizado bajo el episcopado de don Alonso Suárez
de la Fuente del Sauce (1500-1520). La fachada principal del templo la componen
dos torres heterogéneas, que enmarcan una portada central de estilo neoclásico.
Y en el interior son destacables por su
importancia el presbiterio, el altar mayor que acrecienta la belleza del
presbiterio y fue realizado por Pedro Duque Cornejo, la capilla del bautismo
cubierta por una cúpula en forma de media naranja con claraboya, la capilla de
la Vera Cruz que encierra a los pasos de
la Cofradía del Santísimo Cristo de la
Vera Cruz y María Santísima de los Dolores, el altar de la Virgen del Pilar
realizado en mármol rojo, y la capilla
de la Virgen que nos muestra a la madre de Cristo tallada en madera y teñida en
color moreno.
2.- Puerta del Ángel
Se encuentra
junto al Paseo de la Alameda, y se puede considerar como la única puerta de
muralla que se muestra tal y como fue en el pasado. La zona frontal de la
puerta fue realizada con un estilo parco y a su vez exquisito. Su estructura la
compone un arco de medio punto soportado
por formidables cimbras, que aguantan una cornisa con su friso
correspondiente, donde figura una inscripción. Entre ambas partes, se ubican
dos ménsulas, que soportan un frontón triangular con una hornacina que aloja la
imagen de San Miguel, hallándose rematado en su cúspide por una cruz de hierro
y dos esferas en ambos vértices.
3.- Convento de la Concepción Franciscana «Las Bernardas»
Lo primero que
habremos de reparar al visitar «Las Bernardas» es su templo en forma de cruz
latina, muy en boga en las construcciones monásticas de finales del siglo XVI,
que se cubre con bóvedas de cañón en forma de domos y medias naranjas. En
cambio, el coro que se halla a los pies,
es soportado por un arco y está cubierto por
una bóveda elíptica. La portada principal del convento, que se ensambla
a un patio, se construyó dándole forma de un arco flanqueado por pilastras
toscanas. Una puerta dintelada remata el conjunto, junto con una hornacina que
nos muestra la imagen de Santa Clara. La fachada del patio nos mostrará otra
hornacina, en este caso, de la Purísima y el escudo del fundador a ambos lados.
El convento está construido sobre dos plantas, descubriéndonos un claustro, un
patio interior con una galería de arcos de medio punto y un conjunto de
balcones en el piso superior.
4.- Plaza de Toros
Se halla sita en
el Paseo de la Alameda y fue proyectada por el arquitecto don Antonio María
Sánchez. Su construcción responde a una estructura simple a base de hormigón.
Desde el interior del coso se puede apreciar una primera planta, con los graderíos y la
segunda zona, con las andanadas. El recinto posee una capacidad para unos 11.500 espectadores,
los cuales han disfrutado de tardes espléndidas de tauromaquia desde 1960 en
que se inauguraron sus graderíos.
5.- Campo Hípico
Fue edificado
sobre la que fuera huerta del convento de Capuchinos, el primer cementerio de
la ciudad. Su construcción data de 1955, proyectándose sobre una idea del
arquitecto don Antonio María Sánchez. Para la cimentación de los graderíos se
valieron del desnivel del terreno, y para el cerramiento de los mismos se
utilizó un enrejado sobre el muro y pilastras de piedra gris. La entrada es de
forma neo-andaluza, realizada en piedra y ladrillo. Desde ella, se aprecia la
efigie de don Joaquín Nogueras Márquez, gran organizador de eventos ecuestres
en la ciudad de Jaén. Para los establos y el resto de las instalaciones se
erigió un edificio, cuya terraza se utiliza como inigualable mirador de un
singular paisaje.
ERMITA DEL CALVARIO Y CEMENTERIO DE SAN EUFRASIO
1.- Ermita del Calvario
Se halla situada
en la cúspide de un otero cercano a
Jaén, en dirección a Granada. Es un edificio de formas rectangulares cimentado
a base de piedra. En el interior sobresale, por una parte el presbiterio que
soporta una cubierta en forma de media naranja; y la nave adyacente, separada
del altar por una reja. El conjunto posee forma de cruz griega y en él, se
advierten tres capillas laterales. La decoración interior se realizó durante
principios del siglo XX, sobresaliendo las tres cruces del presbiterio, en
especial la central. Que nos muestra una imagen de Cristo crucificado a tamaño
natural. En la capilla lateral de la
derecha, nos encontraremos con una imagen de la Virgen de los Dolores, de
estilo barroco y posiblemente tallada durante el siglo XVIII.
2.- Cementerio de San Eufrasio
Es conocido
popularmente por Cementerio Viejo y fue construido hacia 1829. Su estructura es
cuadrangular. En su fachada principal resalta un pórtico sujeto por columnas
dóricas, rematado por una exquisita espadaña. Tras cruzarlo, nos tropezaremos
con la capilla, que fue edificada sobre una sola nave rectangular y abovedada
en forma de cañón. Junto al altar mayor, se aprecia un retablo y un Cristo
Crucificado, con seguridad anterior al Cementerio. El Cementerio de San
Eufrasio es significativo por hallarse enterrados entre sus muros los
personajes más selectos del Jaén histórico. Además, posee un significativo
repertorio de lápidas y mausoleos con motivos tan dispares como retratos de
algún difunto al óleo o inscripciones masónicas.
DEL PALACIO DE LOS VILCHES AL MONUMENTO A LAS BATALLAS.
1.- Palacio de los Vilches
Es obligado
visitarlo para conocer el importante pórtico de cinco arcos de medio punto que
posee. Donde se aprecian columnas dóricas elevadas sobre peanas, concluidas
bajo el amparo de tondos que nos muestran bustos en relieve de personajes
históricos. La portada del palacio fue remodelada a finales del siglo XVIII,
junto con el patio central y la escalera principal. En la portada debemos
fijarnos en el conjunto de sus rejas con formas simples, ubicadas en sus cinco
ventanales.
2.- Iglesia de San Antonio
La fundación de
esta modesta iglesia es de orígenes inciertos, avalándose varias conjeturas que
sitúan su construcción entre 1458 y 1528. El templo es de estructura
rectangular y proyectado en piedra, sobre la que descansa en su interior una bóveda de cañón con lunetos,
ornamentada con yesería de formas barrocas. La portada exterior se encuentra en
uno de los laterales y revela un decorado propio de los palacios del siglo
XVIII.
3.- Museo Provincial
Esta obra de
formas palaciegas y de estructura cuadrangular, está concebida alrededor de un
patio central, a la manera que solían hacerse las edificaciones con
reminiscencias italo-castellanos de principios del siglo XX. Fue construida por
el arquitecto don Antonio Flores de Urdapilleta en 1941. Cabe destacar del
palacio la fachada de la desaparecida Iglesia de San Miguel (1561), que se
halla presidiendo el patio, y la conocida portada del Pósito, de estilo
renacimiento, construida durante el siglo XVI, que se encuentra en la fachada principal. Actualmente el edificio alberga al Museo
Provincial de Bellas Artes, donde se estiman diversas salas dedicadas a la
arqueología, pintura y escultura. Entre los objetos más significativos que el
museo expone, caben destacar una colección de cerámica ibérica; un sarcófago
paleocristiano, originario de Martos que nos muestra escenas del Nuevo
Testamento; el toro ibérico de Porcuna; y un mosaico romano de Tetis
descubierto en Jaén. Además, el palacio da acogida a una magnífica biblioteca
abierta al público que lo solicite.
4.- Monumento a las Batallas
Se halla situado
en la rotonda por la que confluye el Paseo de la Estación, fue erigido en
conmemoración a la batalla de las Navas de Tolosa y de Bailén. Se cimienta el
monumento sobre un pedestal de forma trapezoidal, en donde se erige un podio
con dos relieves laterales en bronce, recordativos de las gestas anteriormente
citadas. El pedestal dedicado a las
Navas nos muestra un grupo de soldados combatiendo a pie y caballo; mientras
que el pedestal alusivo a Bailén se establece en un concepto más romántico y
reticente. Del centro del monumento nace una columna rematada en su cúspide por
la figura de un ángel de bronce, un atributo a la victoria.
EL PARADOR NACIONAL DE TURISMO Y
EL CASTILLO DE SANTA CATALINA.
1.- Parador Nacional de Turismo
Ocupa parte del
contorno del que fuera alcázar de Jaén, justamente en la cima del Cerro de
Santa Catalina. Se edificó este parador durante el año de 1965, realizándose
con una estructura basada en la piedra, un modo de no romper con el orden
establecido. El interior de la
hospedería, reproduce las bóvedas de crucería de la Torre del Homenaje y el
conjunto se encuentra decorado con mobiliario de época, destacando un tríptico
y un retrato del Condestable de Iranzo, obra del pintor Cerezo Moreno; varias
colecciones de escudos provenientes de diversos edificios desaparecidos y unos
asientos de talla, procedentes del coro de la iglesia de San Ildefonso.
2.- Castillo de Santa Catalina
Esta notoria
fortaleza se encuentra sita sobre la cumbre que le da nombre. Sus orígenes se
remontan al período medieval, habiendo sido a lo largo de la historia testigo
mudo de las diferentes etapas y contingencias ocurridas en Jaén a lo largo de
los siglos. Para su estudio habremos de diferenciar dos etapas; una anterior a
la conquista y otra posterior. En la primera de ellas, la fortaleza era una
construcción musulmana, que respondía al nombre de Abrehui. Tras la ocupación
de Jaén por los cristianos el castillo sufrió importantes reformas, debido al
interés mostrado por el rey Fernando III «El Santo», su conquistador (1246).
Durante el siglo XV se alzan nuevas defensas en las murallas y la estructura de
la fortaleza comienza a unificarse y tomar el esquema actual. La construcción
presente se puede fraccionar en tres espacios perfectamente definidos: el
recinto inferior, en donde estuvo sito el castillo musulmán, y que actualmente
lo forman una serie de barbacanas y torreones, una de ellas de gran
singularidad por ser cilíndrica. A continuación se halla el recinto medio,
formado por el Parador Nacional de Turismo y la puerta de entrada a la
fortaleza. Ésta está asentada sobre un arco de medio punto, desde donde se
accede a la barbacana superior, no sin antes haber subido por una escalera y
vislumbrar una torrecilla. Por último, se levanta el recinto superior o
«Castillo Nuevo», al que se accede a través de una puerta ojival que nos
conduce a un zaguán, desde donde pasaremos a la plaza de armas. Desde ella
veremos la Torre del Homenaje, de grandes dimensiones y conformada por tres
aposentos cuadrangulares, coronados por matacanes. Junto a ésta y unida por una
barbacana se sitúa otra torre, que posiblemente se utilizaba para defender la
puerta de entrada. Asimismo, se une a esta torre, otra, donde se aloja la
capilla de Santa Catalina. En las oquedades del patio se encuentran los aljibes
y algunas lúgubres estancias.