jueves, 5 de diciembre de 2013


PRÓLOGO

Jaén musulmana

 
Es una villa de Al-Andalus a sesenta millas de Baeza. Posee un territorio muy fértil, la vida es barata y se encuentran en abundancia la carne y la miel. Bajo su dependencia hay más de tres mil alquerías donde se cría el gusano de seda. Está rodeada de huertas y jardines y de campos donde se cultiva el trigo, cebada, habas y otros cereales. A una milla de la ciudad corre el Guadalbullón, gran río en el cual hay molinos muy numerosos. En Jaén hay una mezquita aljama y sabios de mérito.
Jaén se levanta en el flanco de una montaña muy alta. Su alcazaba se cuenta entre las fortalezas más famosas por su inexpugnabilidad. Es una villa muy favorecida con un territorio excelente. En el interior mismo de Jaén brotan fuentes de agua, y así se ve un abundante manantial de agua dulce cubierto de una bóveda (la Magdalena) que data de la antigüedad, que se vierte en una gran fuente y sirve para abastecer a varios baños: el Baño del Toro, que tiene una estatua de toro en mármol; el Hammam-al-walad que, lo mismo que el anterior, pertenece al gobierno, y otros. El sobrante de las aguas sirve para regar vastas extensiones de terreno. Entre las fuentes de Jaén también se puede citar la llamada Ain-al-balat, que está recubierta de una sala abovedada de construcción antigua, cuyo caudal nunca disminuye, alimenta los baños conocidos como Hammam Husein y su sobrante también sirve para regar amplia extensión de terreno.
En Jaén, las propiedades tienen en su puerta un molino de granos y tienen huertos junto al cuerpo de la vivienda.
La mezquita aljama de Jaén domina la villa y se sube a ella por escalones en sus cuatro frentes. Tiene cinco naves sostenidas por columnas de mármol y un gran patio rodeado de galerías y cubiertas. Esta mezquita fue construida por orden de Abdelrhaman II, bajo la dirección de Maisara, que era gobernador de Jaén.
En el territorio de Jaén hay un monte cuyas gentes cuando venden alguna finca, estipulan que tal finca está situada en un lugar colocado en el “recorrido de las nubes”, porque, en efecto, en dicho monte siempre hay nubes, sea cual fuere la dirección del viento, y esta particularidad permite al propietario pedir un alto precio por el terreno que vende.
La comarca de Jaén contiene gran cantidad de distritos, con numerosos mercados foráneos semanales. Toda la comarca es de las mejores y se parece mucho a la de Elvira (Granada) en cuanto a fertilidad y riqueza del suelo, abundancia de cosechas y rendimiento de semillas. Su vega hasta sobrepasa en fertilidad a la de Elvira.
Un dicho popular dice así: “Habla de muchas ciudades, pero vive en Jaén”. La ciudad tiene bajo su dependencia una multitud de aldeas y pueblos prósperos y vastas explotaciones agrícolas.

Al-Himyari

Ar-Rawd al-Mitar (XII).

 
 
 
 
DE LA HORNACINA DEL CRISTO DE LA LUZ  A  LA SANTA CAPILLA DE SAN ANDRÉS
 
 
1.- Casa del Pregonero y Hornacina del Cristo de la Luz

En esta exigua casa, una de las más populares de Jaén, en la que vivió en el pasado el pregonero de la ciudad, sobresale la portada realizada en piedra de pilastras toscanas, junto con su dintel adornado con picachos. Además, el inmueble acomoda en su fachada un conjunto de rejas realizadas en forja que rompen con el  resto de la construcción. Inmediatamente a la Casa del Pregonero, que para más señas se ubica en la calle Doctor García Anguita, se puede apreciar una  hornacina perteneciente al Cristo de  la Luz.
 
 
 2.- Parroquia de San Bartolomé

Los orígenes de esta iglesia se remontan al medioevo. Se trata  de una construcción basilical, que dispone de tres naves separadas por tres arcos que sostienen una bóveda, en la que descansa gruesas columnas. El conjunto está cubierto por una armadura de arte mudéjar, siendo  su decoración de lancería de estrellas de ocho puntas. Ya en la solera, se distingue un armazón con decorados en formas vegetales. La fachada se distingue por tratarse de un vano de medio punto, encuadrado por moldura cruciforme, pilastras realizadas hasta el apoyo de la cruz y bastones de frondosidades, todo muy en la línea del maestro Eufrasio López de Rojas. En el segundo cuerpo, se halla situada la hornacina de San Bartolomé, donde se puede leer: Año 1680 San Bartolomé ora pro me. Como remate final de la fachada se aprecia un frontón curvo, en cuyo atabal se lee una fecha incompleta.
 
 
3.- Antigua Carnicería

 
Es un edificio muy estrecho que sirvió para emplazar las carnicerías públicas de la ciudad, que se halla asentado en la Placeta de los Caños. La construcción se corresponde con el final del siglo XVIII, de cuya época tan sólo se conserva una parte de su estructura externa, en la que se estima un vano dintelado de dovelas resaltadas, que descansa sobre columnas toscanas. Todo el conjunto se remata sobre un frontón de formas triangulares, adornado por cuatro escudos que muestran las armas de los Veinticuatro, junto con las de don Pedro Esteban del Río y de don Agustín Marín de Biedma. Sobre el vértice del broquel se aprecia otro, con las armas del Corregidor don Vicente Caballero Illana, donde reza una inscripción alusiva a su institución.
 
 
4.- Fuente de los Caños

 
Esta  fuente, que en la antigüedad se nutría de aguas naturales provenientes de la Magdalena, dispone de un vasto pilar, que sirvió en el pasado como abrevadero. Se halla ornamentada de unas pilastras de formas cuadradas en su frontil, separadas por un pasillo por el que acceden los concurrentes. Además de un ancho muro en el que sus extremos se encuentran coronados por unos “diosecillos” en forma de capitel, que sujetan sobre sus cabezas unos canastillos de flores con adornos de orden jónico. La  zona inferior de la fuente dispone de tres hornacinas, en cuyo interior hay niños desnudos que derraman desde unos cántaros el agua que verterán los caños.
 
 
5.- Real Monasterio de Santa Clara

Según cuentan las crónicas, y en especial la del canónigo Mazas, este monasterio se fundó durante el siglo XIII para convento de las religiosas de la Orden de San Francisco. Así lo atestigua un lienzo en el que se representa a Fernando III y que lleva la inscripción que sigue: «Convento real. Fundación del Santo Rey D. Fernando, 1246». Para acceder al convento se deberá hacer a través de un  patio de formas rurales y de gran simplicidad y ascetismo, donde encontraremos un pórtico que nos conducirá hasta el templo, que está compuesto por una sola nave de forma rectangular y cubierta por artesonado mudéjar. En la entrada a la iglesia se halla una capilla, a la que accederemos a través de un arco divisorio. La bóveda de la capilla es de finales del siglo XV, apreciándose en su conjunto motivos estrellados y ramificados. El Coro Bajo se halla separado por una celosía, destacando en su conjunto un Ecce Homo, un Cristo Crucificado, un óleo que representa a la Divina Pastora, una Virgen con Niño y San Sebastián. El templo, además, dispone de un Coro Alto de interesante decoración en sus paredes y un Patio Central de formas renacentistas, que dispone de dos corredores con un surtido de arcos superpuestos en número de seis por cada lado, los cuales dan cobijo en su centro a una exquisita fuente tallada en piedra.

6.- Casa de  la Munición

Aunque fue derribada en 1976, se respetó su portada junto con la gran reja que se puede considerar. La portada dispone de unos contrafuertes toscanos canteados y un  dintel conformado en formas circulares que soporta a una elegante cornisa sobre la que hay una grandiosa reja. En los laterales de la reja se ven los escudos de los Salazar y Coello y el episcopal de don Bartolomé de Sanmartín, obispo de Palencia; mientras los frisos muestran las cabezas de unos angelillos esculpidos.

7.- Fuente del Arrabalejo

 Esta fuente, que en el pasado tomaba sus aguas del raudal de la Magdalena, conforma un vasto pilar-abrevadero al que acceden los concurrentes por un pasillo que tiene como telón de fondo un muro, dispuesto en tres pasillos fraccionados por frisos. En el primero de ellos se observan dos cuencas de las que emergen los caños de la fuente. El segundo ribete está regido por tres escudos algo estropeados,  escoltados por unas ménsulas. El tercer cuerpo se encuentra rodeado por ménsulas de gran belleza y rematado por un jarrón bajo el que figura una leyenda.

8.- Santa Capilla de San Andrés

Esta iglesia, una de las más antiguas de la ciudad de Jaén, fue en el pasado una sinagoga judía. En sus comienzos cristianos fue una iglesia que se hallaba algo apartada del casco urbano. Pero con la fundación de la Santa Capilla y Noble Concepción de Nuestra Señora en 1515, se ampliaría el conjunto notablemente. En 1843 la iglesia dejó de desempeñar su  papel de parroquia y la Santa Capilla asumió las nuevas funciones de culto público. La fachada de San Andrés es muy simple, hallándose encalada en su totalidad y tutelada por una humilde portada de piedra, desde la que se aprecia un distinguido campanario neoclásico. La puerta principal es de estilo gótico y está adornada con doscientos cincuenta clavos, dispuesto en once hileras. Sobre la puerta se sitúa una hornacina con la imagen de San Andrés, que descansa sobre unas ménsulas dieciochescas. El interior del templo es de estructura basilical, disponiendo de tres naves, cubiertas por  un viejo artesonado mudéjar. La pieza de mayor interés del conjunto es la Capilla de la Inmaculada.



DEL RAUDAL DE LA MAGDALENA A LA CASA DE LOS URIBE

 1.- Raudal de la Magdalena

 

            Esta fuente se puede considerar como la más importante de las habidas en Jaén. Su historia se remonta a la época romana, como lo atestiguan documentos hallados durante el siglo XV. Para más remate, fue inspiración de la leyenda del «Lagarto de Jaén». El conjunto actual data de una reforma efectuada durante 1847-1849, y en él se nos muestra un arco de medio punto labrado en piedra, en cuyo frontón observaremos la ornamentación de una gran ménsula coronada por el escudo de la ciudad y escoltada por hermosísimos jarrones. Esta disposición se protege por una reja, que da paso a un escueto semicírculo donde se ven varias ventanas que resguardan la boca y la recepción de aguas provenientes del manantial.

 

 

2.- Parroquia de Santa María Magdalena

 

            Los orígenes de esta iglesia se remontan a la época musulmana, en que era mezquita. Así lo atestigua el patio rodeado de arcos, varios de ellos con forma de herradura, junto con la alberca central, muy  propia de las aljamas musulmanas. El interior del templo es de forma cuadrangular irregular, distribuido en cuatro naves de planta rectangular y separados por pilares. La portada principal pertenece al gótico isabelino y se encuadra entre pilastras que disponen de representaciones de varillas rematadas, en una especie de candelabros y filigranas en formas de alfiz. La torre de Santa María Magdalena es de origen musulmán, convertida en su extremo, en cuerpo octogonal por mandato del obispo don Diego de Talavera en 1555. Entre los óleos que componen el templo son dignos de destacar: La Piedad, dos Anunciaciones, la Adoración de  los Reyes y la Resurrección de Lázaro. Dentro de las piezas escultóricas, sobresalen: El Cristo de la Clemencia, La Magdalena Arrodillada y San José.

 

 

3.- Casa del Cadiato

 

            Esta casa de orígenes moriscos se halla enclavada en la Plaza de la Magdalena. En la actualidad se encuentra muy deteriorada, sobre todo por las diferentes restauraciones, muy desatinadas, a lo largo de los siglos.

 

 

4.- Monasterio de Santa Úrsula

 

            A lo largo de la historia este convento de Madre Agustinas Recoletas ha sufrido diversas reformas. Su fundación data de mediados del siglo XVI, para auxiliar a  «las mujeres  de las que andan por el mundo ofendiendo a Dios Nuestro Señor». La iglesia de Santa Úrsula es de estructura muy simple, como lo manifiesta la fachada. Y para acceder a su interior hay que hacerlo a través de una portada de medio punto, que se encuentra en el patio. En él, nos encontraremos con una nave muy rehabilitada, en la que sobresale su cubierta de tipo mudéjar, junto con un crucifijo de grandes dimensiones y una imagen de Santa Rita. Entre las pinturas que se pueden apreciar, sobresalen: un Ecce-Homo, San Francisco bautizando a un indio, una Virgen con ánimas en el Purgatorio, una Virgen con el Niño dormido y una Inmaculada. En la actualidad el convento es muy conocido  en Jaén por elaborarse un dulce muy típico de la repostería jiennense: “las yemas de Santa Úrsula”.

 

 

5.- Hospital de San Juan de Dios

 

            Se halla situado en uno de los lugares más antiguos de la ciudad, como es la plaza que lleva su nombre. Data, este edificio, del siglo XVI, cuando era Hospital de la Misericordia, gobernado por el Ayuntamiento. En 1619, pasó a manos de la Orden de San Juan de Dios, instituyéndose como hospital de la fundación. El edificio está dispuesto por dos patios, asentados en distinto nivel. El patio superior es el más antiguo y dispone de  una portada interior, en donde se ve el escudo de la Orden de San Juan de Dios. La iglesia actual es una reconstrucción de 1919, llevada a cabo tras  un incendio ocurrido en 1916. Consta de un templo de una sola nave, de los denominados de «cajón», adecuado a la época, que imita a la piedra en la decoración de los altares, cornisas y bóvedas. La escultura más importante de que dispone el conjunto es una talla realizada en nogal de San Juan de Dios, firmada por Jacinto Higueras.

 

 

6.- Real Convento de Santo Domingo

 

            Esta edificación es una de las de mayor abolengo y señorío de Jaén capital. Su historia se remonta a 1382, año en que sería mandada a construir por el entonces rey, Juan I. El propósito de esta residencia de dominicos sería el de la enseñanza, impartiéndose «lecciones de Arte y Teología». Siglos después, y gracias a las donaciones económicas del Caballero Veinticuatro Juan Cerezo y su esposa, se proporcionaría enseñanza general. Actualmente, el conjunto se caracteriza por su iglesia y el patio del claustro, edificaciones del siglo XVI y XVII. La iglesia dispone de una capilla mayor de forma poligonal, revestida con bóveda de nervios, perteneciente al gótico tardío. En el resto del conjunto se aprecia una nave, con tres espacios diferenciados por sus respectivas media naranja sobre pechinas. El patio del convento se puede considerar como el más significativo de los habidos en Jaén. Su forma es cuadrada y la decoración pertenece al barroco, como se aprecia en sus arcos de medio punto, sujetos a columnas pareadas, sitos en la planta baja. En el segundo piso nos encontraremos un elegante conjunto de ventanales y balcones, en cuyos vanos apreciaremos una rica decoración.

 

 

7.- Casa de  los Uribe

 

            Esta mansión se halla situada en el solar  que fuera Palacio de los Reyes Moros. Su fachada está realizada en piedra, en la que se acentúa su elegante portada realizada en el siglo XVII, que está presidida  por  un escudo nobiliario de la familia Uribe. La puerta se engrandece gracias al clavazón y la fachada por su enrejado. En el interior se evalúa su patio de columnas y zócalos, así como un típico altillo.

 

 

DE   LOS BAÑOS ÁRABES A  LA TORRE DEL CONCEJO

 

 

 

 

1.- Baños Árabes

 

            Se encuentran emplazados en la que fuera vivienda de don Fernando Torres y Portugal, conde de Villardompardo, según nos relata don José Martínez de Mazas en su libro, escrito en 1794, del siguiente modo: «Esta casa se fundó sobre unos baños antiguos que se extendían por parte de dicha plazuela, cubiertos de una bóveda muy fuerte, sostenida de arcos de ladrillo, que forman muchas estancias o piezas separadas, con tres o más respiraderos y lucanas cada una por las claves, lo que indican que estaban descubiertos, o que no hubiera edificado encima. Acaso había comunicación a estos baños desde el palacio de los Reyes Moros, que hoy es convento de Santo Domingo... Diría que estos fueron los que se llamaron de Don Fernando». El conjunto de esta  obra data de los siglos X y XI y, como se puede observar, tiene formas de paralelogramo, disponiendo de dos naves transversales a los aposentos. La cubierta está realizada sobre bóvedas de cañón con lucernas estrelladas, bajo las que descansan arcos de herradura erguidos sobre columnas. La zona colindante a estos aposentos nos muestra un estanque de reducidas dimensiones y de época posterior. Actualmente este Palacio alberga los Museos de Artes y Costumbres Populares y el Internacional de Arte Naïf.

 

 

2.- Iglesia de la Visitación

 

            Esta pequeña iglesia, que en su día fuera hospicio de mujeres, es de estilo neo-gótico y se construyó aneja al Palacio de Villardompardo, para que sirviera de capilla a las inclusas. La portada del edificio es muy simple, construyéndose sobre pilastras yuxtapuestas que soportan un friso con un  pasaje de la Biblia, en el que culmina una cruz escoltada por pináculos. En el interior del templo se aprecia un ábside semicircular con magníficos herrajes modernistas.

 

 

3.- Iglesia Parroquial de San Juan

 

            Se trata de una de los templos de mayor antigüedad de Jaén. A pesar de ello, dejó de ser parroquia en 1843, para absorber a principios del siglo XX a la iglesia de San Pedro, tras su derrumbamiento. El estilo primigenio de este edificio fue gótico, aunque a lo largo de la historia ha sufrido diversas innovaciones en su interior hasta llegar a los tiempos actuales, en donde se han modernizado las bóvedas, la solería y los pilares. Entre las imágenes que más resaltan del conjunto, se cuentan, entre otras, con: Nuestra Señora del Socorro, Nuestra Señora del Carmen, La Dolorosa, Grupo del Buen y Mal Ladrón, Cristo Yaciente, Urna Funeraria, Niño Jesús y  un sinnúmero imposible de describir. En el exterior, se aprecia la fachada principal de estructura irregular, consecuencia de un derrumbamiento ocurrido en el siglo XVIII, donde se sitúa la portada, con su ojiva, que protege a una  puerta mucho más reciente, y una espadaña en la  que se valoran restos de molduras del gótico isabelino.

 

 

4.- Torre del Concejo

 

            Esta torre es de forma cuadrada y es conocida por su campana, que muestra dos leyendas en caracteres góticos en su interior, y dos escudos del obispo don Pedro Pacheco León de Guevara, en el exterior, junto con una significativa cruz labrada. Recibió el nombre de Concejo por haber sido mandada a construir por aquella antigua corporación. La torre posee una entrada independiente de la iglesia de San Juan, a la que se encuentra adosada y, una de las funciones que realizó a lo largo de los siglos, fue la de tocar a rebato cuando surgía alguna desgracia o suceso digno de mención en Jaén. Actualmente, en la torre, se halla el reloj oficial de la ciudad, que depende del Ayuntamiento.

 

 

 

 

DE  LA CASA DE LOS CORREGIDORES AL CONVENTO DE LA MERCED

 

 

1.- Casa de los Corregidores

 

            Este edificio fue, durante gran parte de la historia, residencia del Corregidor de la ciudad. Se demolió en el año 1959, aprovechándose parte de su fachada, en  la que se distingue  un escudo de Jaén sobre la puerta de entrada, y un gran escudo imperial en medio de los balcones. El interior es sobresaliente, gracias al patio porticado.

 

 

2.- Casino Primitivo

 

            Esta construcción forma parte del conjunto arquitectónico que fuera Palacio del Condestable Miguel Lucas de Iranzo. La fundación de esta institución se remonta a 1847, momento en que se remodeló bajo la tutela del arquitecto don Justino Flores Llamas (1850-1927). La fachada nos muestra dos galerías en ladrillo rojo de estilo regionalista; mientras que en el interior, destaca el  patio, el salón social de grandes dimensiones y el salón de baile decorado con profusas vidrieras y rica yesería.

 

 

3.- Palacio del Condestable Iranzo

 

            Esta antigua edificación sirvió de morada, del que fuera condestable de Jaén, don Miguel Lucas de Iranzo, durante los años 1462-1473. Actualmente el edificio está utilizado por el Casino Primitivo y la Peña Flamenca. De su conjunto cabe enfatizar el patio, del que actualmente quedan siete arcos, de formas góticas tardías y  que, en el pasado, formaban un corredor que nos conduciría a un jardín interior. También es digno de mención el gran salón, rematado por un artesanado mudéjar y armadura holladera; en donde se aprecian las entrecalles con forma de celada, decoradas con piñas centrales de mocárabes, de las que suspende una estrella de lacería de veinticuatro puntas. En las zapatas se observan las armas del Condestable y su esposa. Asimismo, en una de las paredes del salón, podemos advertir los restos de la que fuera una gran portada mudéjar. Pasando al salón inmediato, veremos  otro artesonado mudéjar decorado con ruedas de lacería a diez, finalizadas con una estrella sita en el centro. Ya para concluir, visitaremos el último de los salones, donde nos deleitaremos con un artesonado mudéjar acicalado de dibujos con motivos florales.

 

 

4.- Conservatorio (Colegio de la Compañía de Jesús)

 

            Este edificio fue residencia oficial de la Compañía de Jesús, desde 1614 hasta su expulsión en 1767. La iglesia, que estuvo dedicada a San Eufrasio, dispone de una fachada muy humilde que da a la calle Compañía, en donde se distingue un arco de medio punto y en su clave el escudo de Carlos III. Otra de las portadas, la sita en calle Escuelas, es de estilo toscano, apreciándose una decoración con pilastras, medallones y bóveda central. En la parte superior de la  portada se levanta una torre con ventanas partidas. El interior de  la iglesia es de estructura rectangular y se halla cubierta por una bóveda de cañón. El patio del colegio es cuadrado y dispone de galería baja y alta.

 

 

5.- Arco de San Lorenzo

 

            Este popular arco es el único vestigio que queda de la que fuera iglesia de San Lorenzo, remontándose su construcción a finales del siglo XIII. El templo constaba de una sola nave, en la que se invirtió la estructura del torreón, debido al desnivel causado por el terreno. La iglesia de San Lorenzo fue una de las más opulentas en cuanto a su erario artístico, y albergaba entre sus muros una bella tabla de Santo Domingo y San Bartolomé de la Cuesta, el lienzo del Cristo de las Injurias y un retablo de Ánimas. El acceso al Arco de San Lorenzo se realiza a través de una portezuela, y tras subir por una escalera, accederemos a una capilla que se encuentra cubierta de bóveda de ladrillo, en cuyo parte central cuelga una lámpara votiva sujeta por un festón de yesería. El tapial de la capilla nos muestra un zócalo alicatado de estilo mudéjar ricamente ornamentado. Tras recrearnos en la lacería de  la bella mesa del altar y en el nicho superior, nos fijaremos  en  el crucifijo. Para a continuación encaminarnos hasta una puerta con forma de arco ojivo, que nos llevará hasta un magnífico salón sito en la segunda planta, que acomoda una bóveda ojival y un arco de yeserías.

 

 

6.- Fuente Nueva

 

            Esta fuente, cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XVIII, le proporcionaba sus aguas el raudal del Alamillo. Se sabe que en el pasado contaba con un pilar-abrevadero en su parte anterior, que alineaba a través de un pasillo con el cuerpo monumental, en donde surgen dos hornacinas por la que vierten sus aguas dos caños. En el segundo cuerpo, se decora con dos capiteles a modo de frontón que se rematan con dos esferas de cerámica vidriada embutidas. Allí mismo, se observan tres escudos: el central, representando el de España; el de la derecha, simbolizando el escudo de Jaén; y el tercero de ellos, de grafía desconocida.

 

 

7.- Palacio de los Quesada-Ulloa

 

            Esta edificación perteneció al capitán don Fernando de Quesada Ulloa, caballero Veinticuatro de la Ciudad y Corregidor en Cádiz, Jerez de la Frontera y Gibraltar. El palacio, a pesar de haber sido remodelado en distintas ocasiones, nos muestra restos de una rica ornamentación en su fachada. De él, prevalece una torre, con importantes ventanales partidos y unos balcones en los que se consideran restos heráldicos y medallones emblemáticos. La portada está dintelada, acogiendo sillares labrados con algunas representaciones en el dintel y un escudo heráldico sobre la puerta. En el  interior, al que se accede a través de una galería de arcos de medio punto, nos muestra un hermoso patio rodeado de un conjunto de arcadas sobres columnas.

 

 

8.- Convento de la Merced

 

            Fue el 23 de enero de 1727, cuando este antiguo convento se bendijo y consagró a “María Santísima de la Merced”, erigiéndose una iglesia con planta basilical de tres naves. La central  se estableció con bóveda de cañón y las dos laterales, con capillas hornacinadas que se comunican entre ellas. En éstas se pueden distinguir una galería superior, cuyos vanos se mezclan adecuadamente con los arcos del piso inferior. El coro, en la parte descendiente, se eleva sobre un arco carpanel, ocupando un lugar en el crucero que se cubre en forma de media naranja. Los muros se hallan enlucidos de piedra rojiza y verdugadas de ladrillo. En la fachada exterior sobresale su portada barroca de orden dórico, un frontón arqueado y una hornacina con la Virgen. La torre data de la segunda mitad del siglo XIV y se estableció a base de ladrillo. Entre las obras que merecen conocerse del conjunto, destacan los óleos de: el Altar de Ánimas, el Martirio de San Bartolomé, la Virgen del Carmen con donantes y San Serpión; y las esculturas de San Eloy  y el Cristo de la Salud.

 

 

 

 

DE LA CASA DE LA CORONA AL MONASTERIO DE SANTA TERESA

 

 

1.-Casa de la Corona

 

            Es una de las más importantes casas palaciegas levantadas en Jaén durante el siglo XVII, en la que sobresale una gran torre chaflanada, los grandiosos balcones y una galería con arcos bajo la cornisa. La Casa de la Corona debe su nombre al hecho de haber sido sede de Recaudación de Contribuciones y lucir en su portada una Corona Real.

 

 

2.- Palacio Episcopal

 

            Este edificio del siglo XV fue demolido en 1980, respetándose tan sólo sus fachadas y zonas nobles. Así se puede considerar la  portada, que se iza sobre unas escalinatas, donde se distinguen dos columnas de estilo toscano, sobre pedestal, moldura lisa y frontón de forma triangular. A ambos lados de la portada, se observan los escudos del obispo don Sancho Dávila y Toledo. El palacio se erige sobre tres plantas, en las que se aprecian, rejas en la primera, balcones en la segunda y una galería de arcos de medio punto, en la tercera. Conjuntamente, uno de los costados del edificio alberga la Casa del Provisorato y Tribunal Eclesiástico. En el noroeste del palacio se eleva una hermosa torre de planta cuadrada, en la que su cabecera nos muestra el escudo del obispo Fr. Benito Marín.

 

 

3.- Colegio del Santísimo Sacramento

 

            Su fundación se remonta a 1682 en que fue mandado construir por  el racionero de la Catedral, don Gaspar de la Justicia y Robles. En él cursaron sus estudios eclesiásticos los ayudantes de la S.I. Catedral. Durante 1980 sufrió una reforma interior, y en la actualidad solamente, se mantiene su portada. Ésta es de formas dinteladas y está escoltada por pilastras toscanas con sillares labrados recubiertos. El conjunto está rematado por un frontón dividido, donde figura el escudo del obispo Fr. Benito Marín.

 

 

4.- Convento de San José, de P.P. Carmelitas Descalzos

 

            Este antiguo convento nos muestra en la actualidad la fachada de la iglesia, que es de estilo carmelitano, la cual no se puede distinguir en su totalidad por tener un añadido en el cuerpo delantero. No ocurre así con la nave de la iglesia, construida con bóveda de cañón y ornamentada con bovedillas, y el altar ataviado con ricos frescos pintados. Además, el conjunto, que se edificó en 1677, dispone de una capilla y un camarín para ofrendar a Nuestro Padre Jesús Nazareno, que fue una donación realizada por el capitán Lucas Martínez de Frías «Pocasangre». Esta capilla está totalmente visible en la actualidad, mostrándonos una cubierta con bóveda de media naranja, decorada con triángulos moldeados y láminas de hojas que envuelven el anillo del fanal. El segundo ramal de la capilla, es ligeramente inferior y está cubierto por un cañón abovedado, hendiendo un hueco para la hornacina.

 

 

5.- Torreón del Conde de Torralba

 

            Este torreón de sillería nos muestra una vasta sala, iluminada por tres saeteras. Para llegar a él, deberemos ascender hasta el adarve cubierto por dos arcos construidos en  ladrillo. Asimismo, observaremos una estrecha escalera ensamblada en el muro, que nos conducirá hasta la solana del torreón.

 

 

6.- Monasterio de Santa Teresa

 

            Fue convento de Carmelitas Descalzas y su institución data de 1615, gracias a las adaptaciones de una antigua casa y el que fuera palacio del Cardenal don Esteban Gabriel Merino, realizadas por el matrimonio formado por don Francisco Palomino Ulloa y doña Juana de Quesada. El templo es una edificación, de las denominadas iglesia de «cajón», cubierta por una bóveda de cañón y media naranja sobre el presbiterio. El  coro se encuentra en la zona alta y se halla cerrado por celosías. El exterior del templo es sobresaliente por la sencillez de su portada, en la que se nos muestra un dibujo cruciforme que circunscribe la puerta y un nicho con la imagen de Santa Teresa. Entre las obras más interesantes del conjunto prevalecen unos óleos con motivos de San Juanito, La Resurrección, La Magdalena, San Sebastián, Cristo de la Columna, San Jerónimo, San Pablo, etc. En cuanto a tallas destaca San Elías y los retablos de la Virgen del Carmen y de San José. Al convento que es de clausura se accede por un pequeño patio, que nos conducirá hasta el torno y a continuación al zaguán, por donde pasaremos, si se nos permite, al patio de clausura y demás estancias del convento.

 

 

 

 

DEL AYUNTAMIENTO AL PALACIO DE  LOS COBALEDA NICUESA

 

 

 

1.- Palacio del Ayuntamiento

 

            Este edificio fue construido bajo la dirección del arquitecto don Agustín Eyres, que se inspiró en el Palacio de la Diputación. Nos muestra una fachada con un cuerpo central formado por tres vanos dintelados en la planta baja y tres arcos en el balcón principal, sobre uno de los cuales se ubica un frontispicio para el reloj. Las dos alas laterales exhiben dos huecos en cada una de  las plantas, de forma dintelada y con  motivos geométricos, en la parte superior. A finales de los años cuarenta el Ayuntamiento sufrió algunas remodelaciones en el vestíbulo, la escalera y el  Salón de Plenos, por parte del arquitecto municipal don Antonio María Sánchez, que respetó gran parte del proyecto anterior.    

 

 

2.- Catedral

 

            Este templo se erigió  sobre la que fuera Mezquita Mayor de Jaén, tras ser conquistada la ciudad por las tropas de Fernando III el Santo. Desde entonces, y hasta llegado el siglo XIV, se realizaron numerosos cambios en su estructura. Hasta que en 1550, el Cabildo encarga a Andrés de Vandelvira el estudio y posterior ejecución de la Catedral. El templo es una planta con la cabecera plana, dividido en tres naves y 17 capillas hornacinas. Dispone de un sistema de pilares cruciformes de estilo corintio que voltean los arcos formeros. Asimismo hay que describir las bóvedas esféricas peraltadas, en las que se distinguen los relieves de San Miguel, Santiago, Santa Catalina y San Eufrasio.

El presbiterio es ancho y se eleva sobre peldaños de mármol rojo, resaltando el Altar Mayor, de mármol blanco. El tabernáculo es del siglo XVIII y dispone de dos cuerpos: el primero consta de seis ángeles que sujetan un paño con el símbolo de la Santísima Trinidad; el segundo está formado por  un templete de ocho columnas de mármol verde, traído de Sierra Nevada, y que culmina con una cúpula de mármol rematada con una cruz de cristal.

En medio de la nave central, se encuentra el coro, que nos muestra un magnífico testero y bellísima sillería. En la Capilla mayor, que es del siglo XVII, se aprecia la reliquia de la Santa Faz, ubicada dentro de un valioso relicario de orfebrería cordobesa. La sacristía de la Catedral es una de las obras cumbres de Vandelvira, estando instalado en su cripta el Museo Catedralicio.

El exterior de la Catedral se halla rodeado de lonjas, cerradas todas ellas por membrudas rejas. Dispone de cuatro fachadas, que parecen observar los distintos puntos cardinales, y que fueron levantadas al final de la construcción. El conjunto de la fachada es uno de  los más hermosos del renacimiento andaluz, destacando las portadas por su elegancia y delicadeza. Entre ellas resalta la situada en la zona norte, que nos muestra una estatua de la Concepción envuelta por las figuras de David y Salomón. En el frontispicio sur podremos distinguir la Anunciación de la Virgen, rodeada por  un grupo de ángeles muy bellamente ejecutados. Para finalizar, deberemos observar las dos torres que enaltecen a la fachada principal.

 

 

3.- Parroquia del Sagrario

 

Este templo es un anexo a  la Catedral y su construcción data del siglo XVIII, en que fue edificado en el ángulo N.O. de la misma. La iglesia es de planta elíptica, constituyendo uno de los ejemplos más destacados del neoclasicismo. En el exterior, resalta la portada principal, que cuenta con dos columnas corintias de hermosísima presencia, rematadas con imágenes de San Miguel, San Pedro y San Pablo. En el interior del templo se observan tres altares, uno mayor y dos laterales. El altar mayor contiene un Tabernáculo, cuatro columnas corintias jaspeadas y un cuadro de la Asunción. En los altares laterales se distinguen varios cuadros, entre los que prevalecen el martirio del Obispo de Jaén San Pedro Pascual y la Agonía del Señor. Por último, citaremos la Cripta, que se halla debajo de la iglesia y que sirvió de cementerio de la parroquia hasta el año de 1829. En ella destacan sus bóvedas, la discreción del conjunto y un altar en donde se puede contemplar un Cristo.

 

 

 

4.- Arco del Consuelo

 

            Esta portada realizada en piedra con contrafuertes planos de orden toscano, nos muestra una hornacina típica, en donde se puede apreciar un bajorrelieve que enmarca un lienzo dieciochesco de la Virgen del Consuelo. Asimismo, la construcción posee una pequeña capilla. Para los jiennenses, el Arco del Consuelo recrea una atmósfera de leyendas  populares.

 

 

5.- Palacio de Diputación

 

            La construcción del palacio se remonta al año de 1876, siendo de una gran fastuosidad, sobre todo en su exterior, que posee una portada muy equilibrada aderezada de arcos de medio punto. En la fachada se distingue un frontón de estilo barroco, donde se aprecia el escudo de Jaén y un reloj. El interior del edificio nos recuerda en su conjunto un  palacio renacentista italiano, en el que sobresale un patio interior que posee una hermosa fuente de gran antigüedad. La obra se compone de dos plantas y un sótano. Este último construido muy sólidamente, con grandes pilares y bóvedas de aristas en  ladrillo. La planta baja, además del patio, cuenta con un hemiciclo, que se muestra al exterior en forma de ábside semicircular. Ya en el segundo piso, hallaremos una galería que nos conducirá al Salón de Actos y al Salón de Retratos, donde apreciaremos una llamativa colección  pictórica.

 

 

6.- Palacio de los Vélez

 

            Esta obra data del siglo XV y perteneció a don Alfonso Vélez de Mendoza, caballero Veinticuatro de la Ciudad. Según testimonio del Deán Mazas, era de estilo gótico en su interior, pero en  la actualidad nada de ello se conserva. La fachada fue finalizada en 1630, según reza en la propia tapia, disponiendo de un pórtico de tres arcos por el que se accede a un pequeño jardín. En el segundo cuerpo de la fachada se estiman tres ventanas enmarcadas por nervaduras y protegidas por rejas. Entre los vanos se nos muestran dos escudos con sus respectivos yelmos, penachos y lambrequines. Como remate final de la fachada, se advierten un conjunto de ventanas de pequeño tamaño sobre las que se asienta una cornisa que pone  punto y final al frontispicio. Actualmente, el Palacio de los Vélez es sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Jaén.

 

 

7.- Palacio de Cobaleda Nicuesa

 

            Se levantó a finales del siglo XV y principios del XVI, sufriendo a lo largo de todos estos años innumerables reformas. El exterior de  la edificación es de excelente sillería y de formas irregulares. En la portada principal se observan apuestas figuras que sujetan unos escudos sobre la cornisa, pertenecientes al siglo XVI. Al interior del palacio se accede a través de un zaguán, que nos conduce hasta un patio, donde repararemos en una atrayente forja. En el segundo piso, se encuentra el oratorio, pieza de estructura cuadrangular y cubierta por una bóveda en forma de media naranja en yesería policromada, aderezada con representaciones de frutos tropicales, escarapelas y ángeles.

 

 

 

 

 

DE LA PARROQUIA DE SAN ILDEFONSO AL CAMPO HÍPICO

 

 

1.- Parroquia de San Ildefonso

 

            Esta parroquia se construyó en forma de planta rectangular, aunque se halla fraccionada a su vez en tres naves, separadas las unas de las otras mediante pilares integrados por haces de columnas, que contentan unos arcos asentados, sobre cuyas superficies se encumbran zonas abovedadas cuyas nervaduras perfilan estrellas. El conjunto pertenece a un gótico final, realizado bajo el episcopado de don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce (1500-1520). La fachada principal del templo la componen dos torres heterogéneas, que enmarcan una portada central de estilo neoclásico. Y en el  interior son destacables por su importancia el presbiterio, el altar mayor que acrecienta la belleza del presbiterio y fue realizado por Pedro Duque Cornejo, la capilla del bautismo cubierta por una cúpula en forma de media naranja con claraboya, la capilla de la Vera Cruz que encierra a los  pasos de la Cofradía del Santísimo Cristo de  la Vera Cruz y María Santísima de los Dolores, el altar de la Virgen del Pilar realizado en mármol rojo, y  la capilla de la Virgen que nos muestra a la madre de Cristo tallada en madera y teñida en color moreno.

 

 

2.- Puerta del Ángel

 

            Se encuentra junto al Paseo de la Alameda, y se puede considerar como la única puerta de muralla que se muestra tal y como fue en el pasado. La zona frontal de la puerta fue realizada con un estilo parco y a su vez exquisito. Su estructura la compone un arco de medio punto soportado  por formidables cimbras, que aguantan una cornisa con su friso correspondiente, donde figura una inscripción. Entre ambas partes, se ubican dos ménsulas, que soportan un frontón triangular con una hornacina que aloja la imagen de San Miguel, hallándose rematado en su cúspide por una cruz de hierro y dos esferas en ambos vértices.

 

 

3.- Convento de la Concepción Franciscana «Las Bernardas»

 

            Lo primero que habremos de reparar al visitar «Las Bernardas» es su templo en forma de cruz latina, muy en boga en las construcciones monásticas de finales del siglo XVI, que se cubre con bóvedas de cañón en forma de domos y medias naranjas. En cambio, el coro que se halla  a los pies, es soportado por un arco y está cubierto por  una bóveda elíptica. La portada principal del convento, que se ensambla a un patio, se construyó dándole forma de un arco flanqueado por pilastras toscanas. Una puerta dintelada remata el conjunto, junto con una hornacina que nos muestra la imagen de Santa Clara. La fachada del patio nos mostrará otra hornacina, en este caso, de la Purísima y el escudo del fundador a ambos lados. El convento está construido sobre dos plantas, descubriéndonos un claustro, un patio interior con una galería de arcos de medio punto y un conjunto de balcones en el piso superior.

 

 

           

4.- Plaza de Toros

 

            Se halla sita en el Paseo de la Alameda y fue proyectada por el arquitecto don Antonio María Sánchez. Su construcción responde a una estructura simple a base de hormigón. Desde el interior del coso se puede apreciar una  primera planta, con los graderíos y la segunda zona, con las andanadas. El recinto posee  una capacidad para unos 11.500 espectadores, los cuales han disfrutado de tardes espléndidas de tauromaquia desde 1960 en que se inauguraron sus graderíos.

 

 

5.- Campo Hípico

 

            Fue edificado sobre la que fuera huerta del convento de Capuchinos, el primer cementerio de la ciudad. Su construcción data de 1955, proyectándose sobre una idea del arquitecto don Antonio María Sánchez. Para la cimentación de los graderíos se valieron del desnivel del terreno, y para el cerramiento de los mismos se utilizó un enrejado sobre el muro y pilastras de piedra gris. La entrada es de forma neo-andaluza, realizada en piedra y ladrillo. Desde ella, se aprecia la efigie de don Joaquín Nogueras Márquez, gran organizador de eventos ecuestres en la ciudad de Jaén. Para los establos y el resto de las instalaciones se erigió un edificio, cuya terraza se utiliza como inigualable mirador de un singular paisaje.

 

 

 

 

ERMITA DEL CALVARIO Y CEMENTERIO DE SAN EUFRASIO

 

 

1.- Ermita del Calvario

 

            Se halla situada en  la cúspide de un otero cercano a Jaén, en dirección a Granada. Es un edificio de formas rectangulares cimentado a base de piedra. En el interior sobresale, por una parte el presbiterio que soporta una cubierta en forma de media naranja; y la nave adyacente, separada del altar por una reja. El conjunto posee forma de cruz griega y en él, se advierten tres capillas laterales. La decoración interior se realizó durante principios del siglo XX, sobresaliendo las tres cruces del presbiterio, en especial la central. Que nos muestra una imagen de Cristo crucificado a tamaño natural. En  la capilla lateral de la derecha, nos encontraremos con una imagen de la Virgen de los Dolores, de estilo barroco y posiblemente tallada durante el siglo XVIII.

 

 

2.- Cementerio de San Eufrasio

 

            Es conocido popularmente por Cementerio Viejo y fue construido hacia 1829. Su estructura es cuadrangular. En su fachada principal resalta un pórtico sujeto por columnas dóricas, rematado por una exquisita espadaña. Tras cruzarlo, nos tropezaremos con la capilla, que fue edificada sobre una sola nave rectangular y abovedada en forma de cañón. Junto al altar mayor, se aprecia un retablo y un Cristo Crucificado, con seguridad anterior al Cementerio. El Cementerio de San Eufrasio es significativo por hallarse enterrados entre sus muros los personajes más selectos del Jaén histórico. Además, posee un significativo repertorio de lápidas y mausoleos con motivos tan dispares como retratos de algún difunto al óleo o inscripciones masónicas.

 

 

 

 

DEL PALACIO DE LOS VILCHES AL MONUMENTO A LAS BATALLAS.

 

 

1.- Palacio de los Vilches

 

            Es obligado visitarlo para conocer el importante pórtico de cinco arcos de medio punto que posee. Donde se aprecian columnas dóricas elevadas sobre peanas, concluidas bajo el amparo de tondos que nos muestran bustos en relieve de personajes históricos. La portada del palacio fue remodelada a finales del siglo XVIII, junto con el patio central y la escalera principal. En la portada debemos fijarnos en el conjunto de sus rejas con formas simples, ubicadas en sus cinco ventanales.

 

 

2.- Iglesia de San Antonio

 

            La fundación de esta modesta iglesia es de orígenes inciertos, avalándose varias conjeturas que sitúan su construcción entre 1458 y 1528. El templo es de estructura rectangular y proyectado en piedra, sobre la que descansa en su  interior una bóveda de cañón con lunetos, ornamentada con yesería de formas barrocas. La portada exterior se encuentra en uno de los laterales y revela un decorado propio de los palacios del siglo XVIII.

 

 

3.- Museo Provincial

 

            Esta obra de formas palaciegas y de estructura cuadrangular, está concebida alrededor de un patio central, a la manera que solían hacerse las edificaciones con reminiscencias italo-castellanos de principios del siglo XX. Fue construida por el arquitecto don Antonio Flores de Urdapilleta en 1941. Cabe destacar del palacio la fachada de la desaparecida Iglesia de San Miguel (1561), que se halla presidiendo el patio, y la conocida portada del Pósito, de estilo renacimiento, construida durante el siglo XVI, que se encuentra en la fachada principal.  Actualmente el edificio alberga al Museo Provincial de Bellas Artes, donde se estiman diversas salas dedicadas a la arqueología, pintura y escultura. Entre los objetos más significativos que el museo expone, caben destacar una colección de cerámica ibérica; un sarcófago paleocristiano, originario de Martos que nos muestra escenas del Nuevo Testamento; el toro ibérico de Porcuna; y un mosaico romano de Tetis descubierto en Jaén. Además, el palacio da acogida a una magnífica biblioteca abierta al público que lo solicite.

 

 

4.- Monumento a las Batallas

 

            Se halla situado en la rotonda por la que confluye el Paseo de la Estación, fue erigido en conmemoración a la batalla de las Navas de Tolosa y de Bailén. Se cimienta el monumento sobre un pedestal de forma trapezoidal, en donde se erige un podio con dos relieves laterales en bronce, recordativos de las gestas anteriormente citadas. El pedestal dedicado a  las Navas nos muestra un grupo de soldados combatiendo a pie y caballo; mientras que el pedestal alusivo a Bailén se establece en un concepto más romántico y reticente. Del centro del monumento nace una columna rematada en su cúspide por la figura de un ángel de bronce, un atributo a la victoria.

 

 

 

 

EL PARADOR NACIONAL DE TURISMO Y  EL CASTILLO DE SANTA CATALINA.

 

 

1.- Parador Nacional de Turismo

 

            Ocupa parte del contorno del que fuera alcázar de Jaén, justamente en la cima del Cerro de Santa Catalina. Se edificó este parador durante el año de 1965, realizándose con una estructura basada en la piedra, un modo de no romper con el orden establecido. El interior de  la hospedería, reproduce las bóvedas de crucería de la Torre del Homenaje y el conjunto se encuentra decorado con mobiliario de época, destacando un tríptico y un retrato del Condestable de Iranzo, obra del pintor Cerezo Moreno; varias colecciones de escudos provenientes de diversos edificios desaparecidos y unos asientos de talla, procedentes del coro de la iglesia de San Ildefonso.

 

 

2.- Castillo de Santa Catalina

 

            Esta notoria fortaleza se encuentra sita sobre la cumbre que le da nombre. Sus orígenes se remontan al período medieval, habiendo sido a lo largo de la historia testigo mudo de las diferentes etapas y contingencias ocurridas en Jaén a lo largo de los siglos. Para su estudio habremos de diferenciar dos etapas; una anterior a la conquista y otra posterior. En la primera de ellas, la fortaleza era una construcción musulmana, que respondía al nombre de Abrehui. Tras la ocupación de Jaén por los cristianos el castillo sufrió importantes reformas, debido al interés mostrado por el rey Fernando III «El Santo», su conquistador (1246). Durante el siglo XV se alzan nuevas defensas en las murallas y la estructura de la fortaleza comienza a unificarse y tomar el esquema actual. La construcción presente se puede fraccionar en tres espacios perfectamente definidos: el recinto inferior, en donde estuvo sito el castillo musulmán, y que actualmente lo forman una serie de barbacanas y torreones, una de ellas de gran singularidad por ser cilíndrica. A continuación se halla el recinto medio, formado por el Parador Nacional de Turismo y la puerta de entrada a la fortaleza. Ésta está asentada sobre un arco de medio punto, desde donde se accede a la barbacana superior, no sin antes haber subido por una escalera y vislumbrar una torrecilla. Por último, se levanta el recinto superior o «Castillo Nuevo», al que se accede a través de una puerta ojival que nos conduce a un zaguán, desde donde pasaremos a la plaza de armas. Desde ella veremos la Torre del Homenaje, de grandes dimensiones y conformada por tres aposentos cuadrangulares, coronados por matacanes. Junto a ésta y unida por una barbacana se sitúa otra torre, que posiblemente se utilizaba para defender la puerta de entrada. Asimismo, se une a esta torre, otra, donde se aloja la capilla de Santa Catalina. En las oquedades del patio se encuentran los aljibes y algunas lúgubres estancias.